
Roberta Marrero
Roberta Lucía Marrero Gutiérrez (Las Palmas de Gran Canaria, 2 de marzo de 1972) es una artista, escritora y poeta canaria. Ha sido también cantante, dj y actriz. Su obra gráfica se mueve cómodamente entre el arte pop, el surrealismo y el arte conceptual. Roberta Marrero recurre a diversas fuentes y sus representaciones artísticas toman múltiples préstamos, de la imaginería religiosa al cómic, pasando por la cultura de masas, las estrellas de Hollywood y del cine independiente americano, la música contemporánea, la política, la identidad o su propia biografía.
En 2022 el Gobierno de Canarias le dedicó el Día de Las Escritoras en reconocimiento a la labor y calidad literaria de una autora cuya obra relata la libertad y solidaridad dentro de la comunidad LGTBIQ+.
Cronobiografía
Obras
2022
Todo era por ser fuego: poemas de chulos, trans y travestis (Continta me tienes)
2019
Tranquilas: historias para ir solas por la noche (editorial Lumen)
2018
We can be heroes: una celebración de la cultura LGTBQ+ (Lunwerg Editores)
2016
El bebé verde: infancia, transexualidad y héroes del pop (Lunwerg Editores)
2015
Dictadores (Ediciones Hidroavión)
Más allá de la biografía
Primeros años y descubrimientos
La infancia y adolescencia de Roberta Marrero transcurren durante el posfranquismo. Un mundo hostil para una niña extraña, a los ojos de los demás.
Recibió una educación religiosa: “Sigo siendo católica porque nunca apostaté. A mí el rito, independientemente de lo que signifique la Iglesia Católica, me parece un rito bello, que tiene algo de pagano: los mártires, la cosa escatológica, la sangre, las tetas de Santa Águeda, San Sebastián, el erotismo. Tampoco soy la primera persona que utiliza este recurso. Por ejemplo, Jean Genet ya lo hacía en Nuestra Señora de las Flores. ¿Por qué no apropiarnos de algo que se supone que se nos niega?”.
Roberta tuvo una primera infancia feliz, aprendiendo muy rápido a leer y escribir, dibujando superheroínas… Hasta el cambio al colegio, donde sufre agresiones y humillaciones. A los once años descubre a Boy George durante una entrevista en la televisión y esto le desvela la posibilidad de las distintas formas de identidad y expresión de género, ayudándola a ahondar en la suya propia. Durante la adolescencia se empapa de la música y estética Pop, del Punk, de los y las New Romantics, de Patti Smith, Bowie, Sioxsie & The Banshees, Andy Warhol, Annie Lennox, de revistas musicales como Bravo o películas como Jubilee. Personajes referentes de la contracultura que la influencian y acompañaran durante su trayectoria artística.
Su vínculo con Canarias
Siempre ha sido una consumidora de cultura, y ya a los catorce años es lectora de comics de superhéroes y superheroínas. En los noventa, viviendo en Arucas, crea su propio fanzine, siguiendo la filosofía del “hazlo tú mismo”. A los 24 años deja las islas, no es el lugar más adecuado para una mujer trans. Aunque ha vivido en varios países, considera a Canarias un referente, por ser el lugar donde nace y crece. En su poema “Canarias Marica” reivindica una canariedad que va más allá del folklore, el tenderete y la rondalla: “La canariedad también es Paco España, el Parque de Santa Catalina, las trabajadoras sexuales de Guanarteme, los cabarets, las maricas, las mujeres heterosexuales y bis que no entraban en ningún canon en concreto. Es decir, todas las que éramos raras, eso también es la canariedad que yo creo que hay que empezar a reivindicar”.
Entre las escritoras que interesan a Roberta hay una gran variedad, que va desde poetas como Gloria Fuertes a Alejandra Pizarnik, las hermanas Brönte…
Son muchas las etiquetas que se le han adjudicado a la artista. Podemos quedarnos con queer o feminista, ya que con ellas afirma sentirse muy cómoda.
Reconocimiento internacional
Ha sido reconocida fuera de las fronteras españolas (participando en exposiciones internacionales como David Bowie is o Piaf) e incluso supuestamente plagiada por la diseñadora Vivien Westwood (pleito que al final se solventó de manera amistosa). Describe sus obras como “escritura automática”, todas son de producción manual, haciendo del dibujo, las fotografías intervenidas y el collage sus técnicas más habituales.
En el prólogo de su libro El bebé verde, Virginia Despentes comenta: “Dice, “estoy herida”, no para que nos ocupemos de ella sino para decir a los que leen, “Y tú también estás herido. Vamos a cuidarnos los unos a los otros”. El bebé verde cuida. Es un libro dulce, un acto de generosidad, un creador de vínculos”.
Premios y reconocimientos
- Día de las Escritoras, 2022
Citas
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