
Josefina Pla
El azar hace que Josefina Pla nazca y viva los primeros años de su infancia en Lobos. La pequeña isla es el destino de su padre, torrero de faros, en esos momentos. En 1927 Josefina se casa con el artista paraguayo Julián de la Herrería. Se establecen en Paraguay, país en el que vivirá hasta su muerte. Autora muy prolífica, escribió poesía, narrativa, teatro, ensayo, obra crítica e investigación histórica. También fue periodista, artista plástica y docente. Colaboró en numerosas publicaciones de prestigio, tanto americanas como europeas. Es considerada una figura clave de la cultura paraguaya contemporánea, así como la precursora del feminismo en este país. Fue propuesta en dos ocasiones al Premio Cervantes de Literatura y una al Príncipe de Asturias. Su obra ha sido traducida al francés, inglés, rumano alemán y esperanto.
Cronobiografía
Obras
2004
Perfiles de mujer (Ediciones Idea)
2003
Calendario de desengaños (Santiago de Chile: LOM)
2003
Isla mujeres: poesía femenina desde Canarias: un poema (Santa Cruz de Tenerife: Instituto Canario de la Mujer)
2003
El verde dios desnudo: poesía (XIV Feria del Libro de Fuerteventura. Cabildo de Fuerteventura)
2003
Poesía y prosa (Ediciones Idea; Instituto Canario de la Mujer)
2002
Los animales blancos y otros cuentos (Santiago de Chile: LOM)
2000
Sueños para contar. Cuentos para soñar (Cabildo de Fuerteventura)
1999
El gato (Cabildo de Fuerteventura)
1999
La mariposa (Cabildo de Fuerteventura)
Más allá de la biografía
Tres patrias
Josefina Pla afirmaba tener tres patrias. Su patria grande, España. Su patria chica, Canarias. Y su patria de adopción, Paraguay.
«Dentro de lo peculiar en donde vivíamos, en medio del mar y la soledad, tuve una niñez relativamente feliz. Digo relativamente porque tenía a otros niños con quienes jugar. Había rocas por doquier y algunas pocas plantas raquíticas. A veces el paisaje era desolador y deprimente. Lo único que me sacaba de mi estado melancólico eran las gaviotas. Me pasaba horas y horas estudiando sus vuelos y comportamientos. Creo que aquella vida en medio de la nada, rodeada del mar insondable y del horizonte lejano fue templando mi espíritu para mi vida futura.»
El interés por su lugar de nacimiento la llevó a conocer la obra de Galdós o a poder recitar de memoria Las rosas de Hércules de Tomás Morales.
En cuanto a España nunca perdió los vínculos que la unían a su país de nacimiento. Viajó en dos ocasiones con su marido, reconocido ceramista. Con él se iniciará en este arte, que se convirtió en una de sus pasiones. El dinero obtenido en sus exposiciones conjuntas, les permitió sufragar su primer viaje en 1929. En 1931 exponen en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con gran éxito. Su segundo viaje lo realizan en 1934. Durante su estancia estalla la Guerra civil. Su marido enferma y las míseras condiciones de vida del momento hacen que fallezca.
Tras la muerte de su marido en 1937, Josefina consigue abandonar España y volver a Paraguay. Aquí será conocida como la «Española de América». La entrada en el país resultó muy difícil. Finalmente, lo consigue utilizando sus credenciales de periodista. Pla fue un referente indispensable para varias generaciones de escritores y de artistas. De hecho, la crítica la incluye como una de las principales representantes de la Generación del 40. Creará la Escuela Municipal de Arte Escénico, el Centro Arte Nuevo y el Museo Julián de la Herrería. Perteneció al PEN Club Paraguayo (Club de escritores de Paraguay) y al Instituto de Cultura Hispánica. Su lucha por los derechos de las mujeres le ha valido el reconocimiento como precursora del feminismo en el país.
En palabras de Augusto Roa Bastos
Augusto Roa Bastos, escritor paraguayo al que sí le fue concedido el Premio Cervantes en 1989, dijo sobre Josefina Pla: «He aquí una poesía ardiente y despojada, como pocas en el panorama de nuestro idioma, propenso, ya lo sabemos, en todos los géneros de elaboración literaria, al despliegue de las formas en desmedro de las intuiciones esenciales. La fuerza y la significación de esta poesía, en cambio, proceden de profundas excavaciones en carne viva de sus experiencias y vivencias fundamentales, radican en la extrema condensación de sus elementos. De ella sí puede decirse con verdad que arde en su propio fuego, crucificada, mas también levitada sobre el foco de su enigma central: esa obsesión que llena todos sus sueños y vigilias con la trémula opacidad de lo intransferible y que desde lo hondo de sí busca comunicarse, trascender, hacerse comprensible».
Premios y reconocimientos
- Miembro de la Academia de Lengua Española de Paraguay
- Miembro de la Sociedad de Escritores de Paraguay
- Premio Lavorel, 1964
- Medalla del Bicentenario de los Estados Unidos, 1976
- Dama de la Orden de Isabel la Católica, 1977
- Mujer paraguaya del Año, 1977
- Doctora Honoris Causa por la Universidad Nacional de Asunción, 1981
- Miembro Honorífico de la Sociedad Argentina de Autores (SADE), 1981
- Miembro de Número de la Academia Paraguaya de Historia, 1983
- Miembro Correspondiente de la Academia Colombiana de la Historia, 1987
- Premio Mottart de Literatura de la Academia Francesa, 1987
- Premio de la Sociedad Internacional de Juristas por su labor a favor de los derechos humanos, 1991
- Medalla de Oro de las Bellas Artes de España, 1995