
Isaac de Vega
Nació en Granadilla de Abona, Tenerife, el 7 de noviembre del año 1920. Hijo de padres maestros, marchan pronto a un nuevo destino escolar. La infancia y sus primeros estudios se desenvuelven inicialmente en Igueste de Anaga, prosigue luego en Santa Cruz y culmina en La Laguna. Ingresa en la Escuela de Magisterio y realiza dos cursos de Ciencias en la Universidad. Llamado a filas en plena Guerra Civil, en el año 1938, no participa en combate aunque se mantiene durante varios años en diferentes centros militares de las islas. Durante los años castrenses no deja de escribir y, en ese ámbito, se sitúan los comienzos de una época formativa y de vocación literaria. Se siente atraído por escritores de la Generación del 98, como Pío Baroja, Azorín o el Unamuno que ve en lo intrahistórico la manifestación de lo inconsciente en el marco verificable de lo histórico. Se licencia en el año 1944 y se incorpora como maestro a diversas escuelas del Archipiélago.
Cronobiografía
Obras
2005
Obras completas de Isaac de Vega (Novelas: tomos I y II; Relatos: tomos III y IV; Crítica y ensayo: tomo V) (Ediciones Idea)
2002
El cafetín (Altasur Ediciones)
1999
Gehena y otras historias (Ediciones La Marea)
1997
Cuando tenemos que huir y otras historias (Centro de la Cultura Popular Canaria)
1996
Carpanel (Ediciones La Palma)
1992
Tassili (Editorial Seix Barral)
1991
Viento (Edición de Víctor Ramírez y Rafael Franquelo)
1988
Pulsatila (Editorial Fundamentos)
1984
Fetasa, edición y prólogo de Jorge Rodríguez Padrón (Ediciones Interinsular Canaria)
Más allá de la biografía
Isaac Vega, el Rulfo canario
Isaac de Vega era un hombre peculiar, siempre reconcentrado en su laberinto y casi ajeno al mundo que le rodeaba. Se dijo de él que era una suerte de Rulfo canario, tenía una conexión con la realidad principalmente literaria. Tenía una absoluta complicidad con su amigo del alma, Rafael Arozarena, que falleció cuatro años antes que él. Juntos labraron los fantasmas de un mundo onírico común y les dieron a la vez el Premio Canarias de Literatura, en 1988, porque eran indivisibles.
Era un hombre sencillo y humilde, alejado del ruido mediático, de fuerte influencia en una generación de autores, siempre solitario. Se le recuerda caminando solo por Igueste, mirando el mar, pescando, siempre en soledad, madurando las historias durante años.
Premios y reconocimientos
- Finalista del Premio Benito Pérez Armas por su primera novela, "Antes de amanecer", 1955
- Premio Canarias de Literatura (junto a Rafael Arozarena), 1988
- Miembro de la Academia Canaria de la Lengua, 2000