
Félix Francisco Casanova
Nace en Santa Cruz de La Palma en 1956. Su padre, Félix Casanova de Ayala, también es poeta y estará siempre vinculado a su obra. Su madre fallece cuando Félix Francisco tan solo tiene 14 años. Su gran pasión es la música, sus primeros poemas fueron escritos como letras de rock. Es guitarrista de la banda “Hovno” (burlan a la censura con este nombre que significa mierda en checo). Llegan a publicar un manifiesto en el que se rebelan contra la realidad cultural del archipiélago. Con 17 años recibe el Premio de Poesía Julio Tovar. Al año siguiente el Benito Pérez Armas por su única novela, “El don de Vorace”, que escribe en 44 días. Fallece a los 19 años, en extrañas circunstancias. Su aura de poeta maldito llevó a que se hablara de él como el Rimbaud canario… lo que sí podemos afirmar es que su obra trasciende a su leyenda.
Cronobiografía
Obras
2023
De todo haz un misterio (páginas escogidas) (Demipage)
2017
Obra completa (Demipage)
2017
Félix Francisco Casanova. In memoria (Cuadernos La Gueldera)
2010
Antología poética: cuarenta contra el agua (Demipage)
1980
La memoria olvidada (Liminar)
1976
Cuello de botella (en colaboración con su padre, Félix Casanova de Ayala) (Nuestro Arte).
1975
El don de Vorace (Taller de Ediciones JB)
1974
El invernadero (Nuestro Arte)
Más allá de la biografía
Pasión por la música
La música es su otra gran pasión. El dinero ganado con sus premios literarios financiaba la compra de discos: “Acabo de ganar el Pérez Armas”, escribe en sus diarios, “¡estupendo! El dichoso Bernardo Vorace Martín me ha dado una gran alegría: 125.000 calas. Tengo música para rato”.
"Intento reflejar a mi manera todo lo que siento, y lo reflejo a ritmo de rock. Creo que la vida toda es un rock, por lo menos para mí. Mi vida es rápida, triste y alegre como un larguísimo rock", decía el poeta dos días antes de su muerte en una entrevista al periódico La Tarde.
Sobre su padre
En el prólogo del libro póstumo Cuello de botella, firmado por ambos, el hijo escribe: “Padre e hijo, poetas con el tiempo, han creído hallar la vena primitiva del viejo arte poético y han comenzado a beberla juntos… Y si los tiempos están cambiando, más vale ir con ellos y aún mejor en dúo: las grietas del camino no suelen ser tan anchas como para que en ellas caigan dos aliados a la poesía. ¡Ojalá sean éstos, poemas para la reencarnación!”
Prólogo al que el padre, con el hijo ya fallecido, responde: “Hijo: la grieta del camino fue apenas ancha, apenas el hueco estricto, absurdamente necesario para tu delgadez… Tú, el único poeta al que yo no podía envidiar, aunque me era envidiable, me has dado la respuesta, a tu modo, sobre la marcha, alegremente. Sí, ¡ojalá sean éstos, poemas para la reencarnación!”.
Premios y reconocimientos
- Premio de Poesía Julio Tovar, 1973
- Premio de Novela Benito Pérez Armas, 1974
- Premio de Poesía Matías Real (periódico La Tarde)
Citas
Galería multimedia









